Luchis y cía

Lunes 17
A las 8 de la mañana nos íbamos a juntar todos los de Santa Marta en la Iglesia San Ignacio del Bosque. La idea es que nos fuéramos benditos... por si pasaba algo en el camino. El día anterior me habían advertido como mil veces que fuera y que llegara temprano... Llegué 10 pa las 8. No había nadie. Durante la misa tampoco llegó alquien conocido. Sólo la Roxana que se apareció casi al final. Cuando salgo estaban todos. Todos con sus papás, menos yo que andaba sola por la vida.
Dos horas más tardes nos encontramos en el aeropuerto. Pero después nos perdimos y no nos volvimos a ver.
Estaba re asustada... me cargan los aviones y sólo el hecho de pensar de tener que estar 16 horas en un avión me daba pánico. Por eso me dio lata no ver a los chicos y despedirme de ellos...
Pero menos mal que el viaje fue tranquilo. Escuché como 10 veces el único microporgrama de radio latinoamericana que repetían cada 1 hora por la radio de Lufhthansa. El resto era alemana o inglesa, pero mula.

Martes 18
11 horas después llego a Franckfurt para el trasbordo y tomar el otro avión para Roma. Arturo Merino es un moco!!!!!!! Esta cuestión eran tres aerupuertos en uno!!!!! Nosotros nos habíamos bajado en el B y teníamos que caminar al A: 30 hora para llegar. Menos mal, eso sí, que estos alemanoides tienen huinchas trasnportadoras. De esas como las que se ven en los Supersónicos. Por lo que al final caminas la nada. Pero en el impacto se los encargo.
El avión para Roma era una micro. Bue, es lo que hay. Para mi desgracia, al lado mio se sentó una vejeta que no percatándose de mis ganas de dormir, me hablaba y hablaba. Resultó ser una cantautora, "Chanita", que pretendía cantar en una de las tantas ceremonias en honor a PAH. Claramente, se paró a cantar y recitar poemas. Las gringas que iban a lado estaba cagadas de la risa y las azafatas, le pasaron el micrófono para que todo el avión la escuchara. Pero el capitán la mandó a callar.
Cuando llegamos al aeropuerto italiano, de nuevo la ñora se puso a cantar y los italianos no podían más de la risa.
A todo esto, ya había conocido al niñito que me iban a presentar. En el blog anterior había puesto que una señora estaba feliz de que yo fuera porque me iba a presentar a su hijito que estaba en cuarto medio. Bajón. Hinchapelotas el cabro!!!!!! Típico pendejo de colegio cuico mal educado. Hablaba cuanta estupidez se le viniera a la cabeza y no se quedaba tranquilo nunca. Viendo mi mal estado de salud que traía de Chaguito, opté por retirarme.
Era tipo 1.30 de la tarde. Había un sol impresionante, pero como venía tan cagada de sueño, que apenas llegué al hotel dormí hasta la noche, cuando mi mamá me despertó para ir a comer al restaurant del hotel. TTTTssssssssssssssss, el medio palazo que nos pegaron. Por un plato de ensalada y un postre como 15 euros por cada una!!!! Más los 2 euros por el sólo hecho de poner tu trasero en la silla y claro, la propina.