And so it was...
Todavía me acuerdo de la vez que estaba en el terminal de buses (omnibuses) de Buenos Aires despidiéndome de él. Pensé: este es el día más triste de mi vida y que en mi vida iba a volver a querer y extrañar tanto. Hoy, a meses de esa historia, me retracto.
Lo confieso. Una de la razones de venir a Conce fue escaparme de esa historia y sus protagonistas. Quería empezar de nuevo, conocer gente nueva... olvidarme de él y de ella. Y qué mejor que en un pega chora, con mucha gente joven, y en las tierras de mis abuelos, primos, sobrinos. Después de todo, entre tanto servicios paises y parientes, no extrañaría tanto a mi familia nuclear y a mis amigotes.
ERROR.
Los primeros días fueron horribles. Cual preescolar dejada en el jardin infantil, lloraba por mi madre, mi pequeña sobrina y echaba desagradablemente de menos a mis amigotes universitarios (incluida little gigi, of course). Qué servicio pais y parientes penquistas!!! todos brillaban por su ausencia. Cada uno con su vida.
Entre tanto, cuando mi madre me vino a dejar, conoció a una tipa que iba caminando por la U de Conce a la que le pregunto por un arriendo. Ella dijo que en su casa había una pieza libre y la fuimos a ver. Me encantó y en la tarde tenía que ir a hablar con el otro inquilino, para saber si me podía quedar.
Apenas la Moni llegó nos pusimos a hablar los tres... bue, hablaban más ellos que yo. La Moni muy simpática, Jorge muy pesado. Al final me quedé y ellos, más todos los inquilinos que iban llegando y yéndose, fueron siendo parte de mi nueva familia. Y claro, había que sumar los antiguos habitantes de La Gozada, tb partes de la pandilla, jaja: Jorge, Mauricio, Marcela, Johnny...
Hace unos días, estaba en Collao, el terminal de buses de Conce despidiendo a Jorge, porque se iba de la casa. Y días después, el otro Jorge también se iría... Los extraño de sobremanera... mucho mucho mucho y los quiero mucho!!!
Todavía me acuerdo de la vez que estaba en el terminal de buses (omnibuses) de Buenos Aires despidiéndome de él. Pensé: este es el día más triste de mi vida y que en mi vida iba a volver a querer y extrañar tanto. Hoy, a meses de esa historia, me retracto.
Lo confieso. Una de la razones de venir a Conce fue escaparme de esa historia y sus protagonistas. Quería empezar de nuevo, conocer gente nueva... olvidarme de él y de ella. Y qué mejor que en un pega chora, con mucha gente joven, y en las tierras de mis abuelos, primos, sobrinos. Después de todo, entre tanto servicios paises y parientes, no extrañaría tanto a mi familia nuclear y a mis amigotes.
ERROR.
Los primeros días fueron horribles. Cual preescolar dejada en el jardin infantil, lloraba por mi madre, mi pequeña sobrina y echaba desagradablemente de menos a mis amigotes universitarios (incluida little gigi, of course). Qué servicio pais y parientes penquistas!!! todos brillaban por su ausencia. Cada uno con su vida.
Entre tanto, cuando mi madre me vino a dejar, conoció a una tipa que iba caminando por la U de Conce a la que le pregunto por un arriendo. Ella dijo que en su casa había una pieza libre y la fuimos a ver. Me encantó y en la tarde tenía que ir a hablar con el otro inquilino, para saber si me podía quedar.
Apenas la Moni llegó nos pusimos a hablar los tres... bue, hablaban más ellos que yo. La Moni muy simpática, Jorge muy pesado. Al final me quedé y ellos, más todos los inquilinos que iban llegando y yéndose, fueron siendo parte de mi nueva familia. Y claro, había que sumar los antiguos habitantes de La Gozada, tb partes de la pandilla, jaja: Jorge, Mauricio, Marcela, Johnny...
Hace unos días, estaba en Collao, el terminal de buses de Conce despidiendo a Jorge, porque se iba de la casa. Y días después, el otro Jorge también se iría... Los extraño de sobremanera... mucho mucho mucho y los quiero mucho!!!